Honda Invicta
Lo que comenzó como una Honda Invicta común, terminó convirtiéndose en una café racer con alma propia.
Este proyecto fue una invitación a romper moldes: desarmamos por completo la moto para repensar cada línea, cada curva y cada detalle. El chasis fue modificado para lograr una postura más agresiva, se reubicó la batería, se incorporó un subchasis hecho a medida y el sistema eléctrico fue simplificado para lograr ese look limpio y minimalista que define el estilo café racer.
El tanque original fue adaptado y pulido hasta dejarlo con una estética clásica, y el asiento —tapizado artesanalmente— fue diseñado para encajar a la perfección con la nueva silueta. Completamos el conjunto con un manillar bajo tipo clip-on, neumáticos de taco y una pintura personalizada que mezcla lo retro con lo urbano.
Más que una modificación, esta Invicta es una declaración de carácter: una moto ligera, con estilo, y lista para robar miradas en cada semáforo.